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Publicado en30 mayo, 2014 Por EnNoticias, Opinión Y11695 Views

Una organización asertiva es una organización inteligenteDestacado

El proceso de globalización es una constante para las organizaciones, esto implica que las personas que las componen deben asumir una realidad cada vez más cambiante, en la que la  toma de decisiones, en un contexto de mayor incertidumbre, representa nuevos retos y riesgos, que se hace necesario afrontar de forma positiva.

Por ello, es fundamental la adaptación con rapidez y solvencia a los cambios,  para anticiparse a las necesidades, aprovechar las oportunidades y proporcionar soluciones imaginativas y diferentes, si se desea ser competitivos.

Para logarlo, se requieren profesionales integrados en la organización, con capacidad de trabajar en equipo y de gestionar las diferencias y la diversidad.

Una de las dificultades que plantea el trabajo en equipo, es precisamente,  el tratamiento de las diferencias personales, de los malos entendidos y la falta de comunicación.

Las lógicas y necesarias diferencias culturales, de valores, de idioma, de carácter, personalidad, actitud vital… etc., de cada uno de los miembros de los equipos hacen necesario que, en el mismo, se disponga de habilidades sociales y directivas que permita gestionarlas.

Para que el resultado sea productivo, estas diferencias han de ser tratadas por todos desde el respeto, la confianza y la mutua compresión, lo que requiere que se haga a través de una comunicación adecuada y eficaz.

Si se comunica bien, se evitarán y reducirán los conflictos. Si se producen malos entendidos, se transmite información sesgada, o no se expresa adecuadamente lo que se piensa o siente, o simplemente no se expresa, se dificultará el trabajo hasta el punto de poder dar al traste con un proyecto.IMG-20131004-00007

De ahí que se deban impulsar no sólo las fórmulas orientadas a alcanzar  los objetivos, sino también aquellas que fomenten el trabajo en equipo y promuevan las habilidades sociales, para avanzar hacia el consenso real en la toma de decisiones, con capacidad para gestionar las diferencias, separando los problemas de las personas.

Uno de los elementos esenciales para gestionar las diferencias, no sólo entre las personas de un mismo equipo, sino en la interrelación diaria entre equipos, es la asertividad.

La asertividad permite comunicar pensamientos e intereses de manera concisa y clara, sin agredir y, además, hacerlo de forma positiva, respetando la opinión del resto.

Fomentar la creatividad, la innovación y la competitividad en la organización, requiere que se promueva confianza y que cada miembro del equipo aporte y exprese su opinión y su desacuerdo, y que sus aportaciones se hagan desde el respeto, la libertad y el reconocimiento de los demás.

En ocasiones, se opta por no expresar la opinión por temor a lo que otros puedan pensar o lo que “el jefe” pueda decir; en otras ocasiones, se expresan de forma agresiva o tímidamente, lo que hace que no sean tenidas en cuenta las aportaciones que se hacen. En ambos casos, se pueden estar perdiendo ideas y soluciones valiosas para un Proyecto o, simplemente, para dar con un remedio a un problema… lo que significa, perder oportunidades para alcanzar los objetivos de la compañía.

De ahí la importancia de que cada colaborador sea capaz de mostrar su opinión, aunque la misma suponga un desacuerdo. En definitiva, se trata de capacitar en la asertividad para gestionar las diferencias, en aras a alcanzar el objetivo común.

19Ésta, como cualquier otra habilidad, requiere de aprendizaje y entrenamiento.

Para una correcta aplicación de esta herramienta, el primer paso deberá ser la identificación del estilo de cada uno de los miembros que componen cada equipo, así como que cada integrante del mismo identifique el suyo, para poder determinar, con la mayor precisión, en qué contextos se está fallando.

A continuación habrá que elaborar un mapa de situación para establecer qué, quienes, cuándo y cómo se interviene y cómo se desea que se intervenga en el futuro, para que cada persona se pueda entrenar en las técnicas de comunicación asertiva que requiera.

Se trata de entrenarse para poder mostrar el desacuerdo, teniendo en cuenta los siguientes elementos:

    • La importancia de expresar claramente lo que se desea de la otra u otras personas del equipo, insistiendo en lo que se desea manifestar, si ello fuera preciso. Se trata de que no se desvíe el asunto y de dejar clara la opinión y los motivos de la misma.
    • Se ha de reconocer aquello en lo que se está de acuerdo con los demás integrantes, sin necesidad de que se tenga que aceptar todo lo que se propone por parte de los demás, evitando discutir sobre aquellas cuestiones o motivos que son aceptables.
    • En el trabajo en equipo es sustancial ser generoso. Por ello, hay que reconocer lo valioso de las aportaciones de los demás.
    • Por otra parte, se debe asumir la crítica. Si se hace una crítica razonable a los planteamientos o propuestas propios, no pasa nada por asumirla y mostrar el acuerdo con dicha crítica. Si se nos realiza una crítica “constructiva” por parte del resto del equipo, hay que recibirla y manifestar la voluntad de corregir.
    • Tenemos que saber ponernos en el lugar de los demás. Para que nos entiendan, hemos de realizar el esfuerzo de entender.
    • Es importante saber lo que se quiere decir y cómo, y decirlo en el momento apropiado.

Si cada miembro del equipo aprende a ser asertivo, adquirirá la capacidad de defender sus propuestas sin agresividad, encajando las críticas de toda discusión que surja en el seno del equipo, lo que permitirá trabajar e interactuar sin miedo, con autocontrol y madurez, aportando para construir en favor de los objetivos comunes.

Lo anterior dará lugar a una buena gestión de cualquier proyecto en el seno de la organización, ya que se fomenta la interacción de las personas, a través del diálogo y bajo las premisas del respeto, la confianza y la capacidad para resolver problemas rápidamente, desde la “inteligencia colectiva”, la cooperación y el compromiso.

En resumen: Hagamos que nuestra organización sea asertiva, hagamos de nuestra organización una organización inteligente, logremos que nuestros equipos conquisten  la asertividad, la confianza, el respeto, la madurez y el compromiso.

¡Tenemos un reto!

 

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